De: Francisco Valiente - Socio Director de Facco Consultores, S.L.
Hace unos días, leí en prensa una
información referente al elevado porcentaje de empresas que fracasan en su
salida al exterior. Esta información esta basada en los datos estadísticos
publicados por el ICEX. Donde se decía....
"El
motor de la exportación tiene su talón de Aquiles en las pymes. Según los datos
publicados por Icex España Exportación e Inversiones, la mortalidad de pequeñas
y medianas empresas que inician su actividad en el exterior es muy alta. En
2013, 65.000 pymes exportadoras cesaron su actividad, frente a 79.197 que la
iniciaron, es decir el 82 %. Un dato preocupante que manifiesta la falta
de cultura internacional, la carencia de profesionales cualificados o de previsión
a la hora de cruzar la frontera, al no tener en cuenta la importancia de contar
con un socio estratégico en el país de destino.
Por ello
resulta fundamental crear mecanismos de apoyo que ayuden a superar los obstáculos
iniciales. Las pymes españolas tienen que ganar tamaño para abordar su internacionalización
que es una pieza clave para cambiar el modelo productivo de la economía española."
Si analizamos con más detenimiento
estos datos, podemos apreciar que el porcentaje de fracaso en las Pymes es
superior, rondara el 95%.
Ya he hablado en otros artículos
publicados en este Blog de los problemas que adolecen las Pymes españolas,
sobre todo las familiares, agudizándose en sectores como agroalimentario y
construcción:
- Son autónomos con nombre de sociedad, es decir, la mayoría son micro-empresas.
- No entienden, que por su escaso tamaño, es fundamental la agrupación para la innovación y la salida al exterior.
- Son productores o profesionales de la construcción, pero no son empresarios, en la medida que no saben valorar que el éxito de su empresa está en la inversión constante en la comercialización y venta de sus productos, una gestión eficaz de su tesorería/finanzas y poder contar con unos adecuados profesionales.
- En definitiva, están más centrados en producir que en comercializar.
- Cuando se sale al exterior, se va con una visión muy a corto plazo..."si no consigo resultados en unos meses, me vuelvo o me cambio de país. Esto supone una enorme pérdida de dinero y de esfuerzos". Si conociesen un poco más el mundo de los negocios internacionales, sabrían que cualquier negocio cuesta tiempo, dinero y mucho trabajo sacarlo adelante. Como ejemplo, uno de nuestros importadores en Brasil, es español, nos comenta que después de tres años implantado y trabajando en este país esta recogiendo los resultados.
Ante esta realidad, ¿qué se puede hacer
desde un punto de vista institucional y profesional?. Hay que apoyar a las Pymes con un plan global
que permita:
- La integración de las Pymes para su salida al exterior.
- La contratación de profesionales cualificados y con experiencia.
- Seleccionar adecuadamente un país y centrarse en el mismo.
- La inversión que sea compartida: parte organismos nacionales y parte las empresas implicadas. Lo gratis se derrocha y no se valora adecuadamente.
- Es fundamental contar con un adecuado plan de marketing y merchandising. Nuestros productos tienen que diferenciarse de la competencia, contando con una adecuada información y presentación a nivel de folletos, etiquetas, envases y embalajes.
- El éxito, sin lugar a dudas, estará en la aplicación de un plan de trabajo serio, profesional, y la constancia e inversión permanente, en el país elegido, para conseguir una determinada clientela o cuota de mercado.
Es la única forma de contar con un
mínimo de empresas en el exterior y con éxito.
Hay que empezar una auténtica
renovación en el mundo de las Pymes. Basta de tener pequeños: productores,
cooperativas, constructores, etc. concentrados
en producir y después quejarse de que no dan salida a su producción o de
qué mal están vendiendo sus productos.
Haciendo un símil con la filosofía del
entrenador de moda en el fútbol español
y europeo, Cholo Simeone, hay que formar
un buen equipo de trabajo, contratando profesionales, ya sean personas válidas
del ámbito familiar o contratando profesionales externos para:
- Poder contar con una mínima
planificación que ayude a salir de esta crisis.
- Mentalizarse:
- No se entiende cómo se puede seguir con la misma filosofía del pasado, cuando nos estamos jugando el futuro de nuestras empresas.
- Hay que ser amantes de los nuevos retos. Nos debe motivar cuando nos dicen “no salgas al exterior que es un lío bárbaro”. Gran parte de esta dificultad, como pasa en todos los ámbitos de la vida, está en no tener un adecuado conocimiento, una vez que se tiene el conocimiento y la experiencia, se afrontan los nuevos retos con un mayor éxito.
- Porque el futuro está en los enormes mercados exteriores.
- Hay que tener un espíritu de trabajo obsesivo y por la calidad del mismo.
- Viviéndolo con esfuerzo, seriedad, ejerciendo la profesionalidad las 24 horas del día.
- Preocuparse por la formación y preparación continua de nuestro personal y de una forma eficaz. Uno no deja de aprender hasta que se muere.
- La única vara de medir en la empresa debe de ser el compromiso, la entrega y la dedicación. Los mejores empleados son, los que más aportan.
- Y sobre todo, trabajar con eficiencia e
invertir parte de lo generado en PROMOCIÓN
Y VENTA DE NUESTROS EXCELENTES PRODUCTOS.
Un saludo.