Facco consulting

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lunes, 13 de octubre de 2014

SIN CLIENTES NO HAY DIA 20


¿NOS COMPRAN O LES VENDEMOS?

De Francisco Valiente - Socio Director de Facco Consultores
                                       Gerente de: www.spainsfoods.com





He querido poner este eslogan "SIN CLIENTES NO HAY DÍA 20"  que implantó una empresa cuando pasó a pagar la nómina los días 20 de cada mes. Y pretendía mentalizar a todo el equipo, desde el presidente hasta el último empleado, de que había que volcarse en la :
    Captación de nuevos clientes.
    Mejora en la atención y el servicio a los mismos de cara a mantenerlos, vincularlos, etc.
No sé hasta cuándo vamos a aguantar, y esto va dirigido a los dueños y gestores de las PYMES familiares,  sin comprender:
1.      Sin clientes no hay empresas.
2.      Es prioritario invertir en la captación de clientes antes que en nuevas instalaciones, ampliación de las mismas, ampliación de fincas, etc. Hay infinidad de modernas instalaciones, fincas, etc. cerradas, embargadas y con un valor residual por culpa de la falta de clientes y en definitiva de ventas.
Estamos habituados a que nos compren y no a vender, ya que entre las pymes se tiene asumido que "vender es muy difícil", como todo lo importante y rentable en la vida, hay que trabajarlo y ser constante, por consiguiente, captar clientes o introducirse en un nuevo mercado es laborioso, hace falta producto, esfuerzo, dedicación, profesionales y un plan detallado de trabajo, pero es la esencia de cualquier negocio, sea el que sea (restaurante, bar, peluquería, almazara, bodega, etc.), si tenemos clientes saldremos adelante y si no, cerraremos. Hay que ser más empresarios.
Si los que están al frente de la Pyme familiar piensan que vender es muy complicado para ellos y no quieren ni desean invertir para conseguirlo, será muy difícil que salgan adelante y además, no se dan cuenta que actualmente son empleados de las grandes multinacionales de la distribución, exigiéndoles además que produzcan cada vez mejor y a costos inferiores, porque las compras se las harán a los más competitivos (menores precios por sus productos). Hay que dejar de ser empleados (títeres) de las grandes empresas y para ello hay que salir de nuestro entorno a buscar los clientes, de una forma profesional, ofreciéndoles nuestros productos en su tienda o almacén, así conseguiremos una mayor presencia y rentabilidad.
Como comento en las reuniones con empresas, tampoco hay que dar el salto al vacío, se empieza destinando un porcentaje de tu producción a intentar venderla por tu cuenta y destina para ello, unos recursos asumibles por tu negocio, de esta forma vamos aprendiendo a conocer el mercado (clientes) que nos hemos marcado como objetivo. Si lo consideras necesario, utiliza transitoriamente a profesionales que te ayuden en esta labor y al mismo tiempo formen, en ventas, logística, etc. a tus empleados.
Las reglas han cambiado y, con ellas, el tejido empresarial español que, formado en un 99% por pequeñas y medianas empresas (comerciantes, emprendedores, autónomos, franquiciados y empresarios), se están viendo  obligados a reinventarse.
Afortunadamente, ya nadie duda que la excelencia en la relación con el cliente es la única ventaja competitiva a largo plazo. Me gustaría llamar la atención sobre la importancia que tiene gestionar bien a los clientes para conseguir mejores índices de crecimiento y rentabilidad, sobre todo ahora que venimos de unos tiempos más que turbulentos y que quizás hayamos perdido el foco de lo que de verdad importa para mejorar y evolucionar.
No nos vale solo con sacar un buen producto, queremos un producto de forma permanente y con proyección en el mercado, “de los premios no se vive” y lo más difícil puede ser comercializarlo, pero ahí está el beneficio y la supervivencia de la empresa.
En España de cada 100 compañías sólo 13 existían hace dos décadas, según los últimos datos del Directorio Central de Empresas [Dirce] facilitados por el Instituto Nacional de Estadística [INE].
En Europa, Alemania con 837, Holanda y Francia, ambas con 196, son los países que tienen más empresas centenarias. Según Guillermo de Haro, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos, la clave de este hecho reside en que sus pymes están muy internacionalizadas, siendo empresas que han asimilado unos procesos de innovación continuada en nichos de mercado específicos creando productos en continua evolución.
Además de internacionalización e innovación hay otros factores determinantes en la longevidad de las empresas, entre los que destaca especialmente, la capacidad para crear marca y de que esta dialogue con el mercado. Las organizaciones capaces de generar círculos de valor en torno a sus productos establecen una relación emocional con sus clientes que genera estabilidad en el tiempo.
Si en los momentos que vivimos, carecemos de unos mínimos recursos para afrontar este plan de captación de clientes para nuestra empresa, utilizar las uniones temporales de empresas o los consorcios, del mismo sector o con empresas de productos/servicios complementarios, de esta forma la inversión a realizar será la tercera, cuarta, quinta, etc. parte, dependiendo del número de empresas a asociarse, de la que tendríamos que asumir de forma individual. Se ha demostrado que las uniones o consorcios de empresas son sumamente eficaces para promover la investigación (I+D+I) o la salida al exterior. Aquí si es muy necesario contar con un profesional experimentado e independiente para llevar a buen fin este proceso de unión.

Algunos errores empresariales:

A veces cometemos errores simples que son fáciles de recuperar. Otras veces las pifias son lo suficientemente graves como para hundir la empresa, o hay que emplear un montón de dinero, tiempo y angustia para deshacer el entuerto y volver a la situación anterior. A pesar de la gravedad de los errores, los dueños salen con lecciones aprendidas, caras pero prácticas.

Entienda a sus clientes.

Antes de lanzar cualquier nuevo producto, idea o proyecto, preocúpese de entender a sus clientes, sepa a quién va a llegar, cuándo va a hacerlo y qué les va a ofrecer. Muchas veces pensamos en nuestro cliente ideal y no sabemos si existe, o simplemente como el producto nos gusta a nosotros ya entendemos que el resto del mundo va a quererlo. Dese cuenta de cómo funcionan los clientes y trate de resolverles un problema.

Invertir algo de dinero es esencial para el negocio.

Quizá tenga que hacer unas inversiones iniciales para asegurar la calidad de lo que quiere ofrecer, por ejemplo un estudio de diseño debe tener un equipo suficientemente potente como para poder realizar con solvencia un trabajo, andar "parcheando" por no acometer una inversión puede ser lo más pernicioso en el medio plazo. En lo superficial no es necesario que gastemos más de lo necesario, pero en lo esencial, como es la captación de nuevos mercados y clientes, haga un esfuerzo.

Confíe pero verifique

Está bien crear equipos de trabajo y delegar tareas, responsabilidad y confianza, pero establezca los elementos de control para que las alarmas se disparen antes de que se genere un problema que cueste resolver.

Vender, vender, vender

Como responsable de su negocio debe estar permanentemente pensando en cómo materializar sus relaciones en resultados, en ventas. Nunca debemos dejar de lado el cariz comercial de nuestras relaciones y sobre todo pensando en el sostenimiento futuro de la empresa. Es por esto que es fundamental estar siempre en promoción y  venta de nuestros productos / servicios. Si no tiene los conocimientos necesarios, contrate a profesionales cualificados adecuados.


Para terminar…., acometamos de forma decidida la comercialización y venta de nuestros productos, hay que ser más autónomos/empresarios, de otra forma seguiremos siendo unos empleados mal pagados y maltratados por las grandes empresas. Costará dinero, esfuerzo, dedicación y tiempo pero al final SIEMPRE SE CONSIGUE.

Un saludo.