Ante la información aparecida del ajuste/reducción en los
presupuestos generales del estado de los programas de apoyo a pymes y
autónomos, tengo que decir que cuando las pequeñas y
medianas empresas representan el 99,88% del tejido productivo español, no se
entiende la aplicación de cualquier medida política y económica que no vaya
dirigida al apoyo hacia estas compañías.
En los Presupuestos
Generales del 2017, son
varias las partidas presupuestarias destinadas al apoyo de la pyme que
disminuyen. En primer lugar, cae en un 11% la política de gasto para Comercio, Turismo y Pymes.
Dentro de todo este conglomerado se reducen también los presupuestos para ICEX
España, ENISA (Empresa Nacional de Innovación, S.A), CDTI (Centro para el
Desarrollo Tecnológico Industrial) o ICO (Instituto de Crédito Oficial).
Pero no solo deberíamos
centrarnos en el apoyo institucional y presupuestario, ya que en años
anteriores se ha gastado mucho dinero con reducidos resultados y
fundamentalmente ha sido por dos razones fundamentales:
- El tipo de apoyo realizado:
o La subvención directa y a fondo perdido, que ha
supuesto mas derroche que ayuda al crecimiento de la pyme.
o El apoyo inadecuado a la
inversión en capital o al comercio exterior.
- El aprovechamiento de los recursos destinados a las pymes. Estos han sido mal utilizados/gestionados debido a que la mayoría de las pymes de los sectores agroalimentario, turístico y la construcción no cuentan con profesionales adecuados al frente de las mismas.
Actualmente, en las pymes siguen predominan los propietarios/directivos con escasos
conocimientos empresariales, destacando la escasa formación en gestión
financiera, comercial y comercio exterior. Por consiguiente, todo apoyo que no
vaya dentro de un plan global de gestión y aprovechamiento de los recursos
ofrecidos, será un dinero malgastado ya que no servirá ni para el crecimiento
de la actividad a nivel nacional ni para la expansión de la pyme a nivel
internacional.
Y es que la inversión tanto privada como
pública deben ir de la mano, y dentro de un plan a medio y largo plazo de
mejora en la gestión de la pyme.
Otras medidas que se proponen, a nivel empresarial, para apoyar el desarrollo de las pymes son:
- Reducir los costes de la Seguridad Social.
- Posibilitar un mejor acceso al crédito privado y público (Instituto de Crédito Oficial-ICO).
- Disminuir las trabas burocráticas para el inicio de la actividad económica.
- Ajustar el marco jurídico en España o modificar el sistema tributario y fiscal.
Otra área de suma importancia para el desarrollo de la pyme y de nuestro
país, es la expansión internacional. La
información que disponemos es que el 2016 ha sido un año récord en exportaciones de mercancías, ya
que crecieron un 1,7% con respecto a 2015, alcanzando así la cifra de 254.530
millones de euros, su máximo histórico. Unos datos muy celebrados tanto a nivel
político como por los principales agentes económicos.
Pero analizando más detenidamente estos datos, vemos que la mayor
parte de nuestras exportaciones son a países concretos y en formato a granel, con escasa inversión en comercialización
por parte de nuestras pymes. Todavía no se le da una adecuada importancia a la
inversión en el conocimiento de los mercados exteriores, ni a la promoción y venta
directa de nuestros productos, que es
donde radican los mayores márgenes para la pyme. Se necesita un plan global de
ayuda, mejora y gestión de los mercados exteriores.
Por otro lado, las pymes que han realizado algún tipo de inversión
en los mercados exteriores, debido a que
persiguen resultados a muy corto plazo han desistido a los pocos meses de estar
en un país, dejando dichos mercados exteriores y perdiendo la inversión
realizada.
Y este fracaso, a parte del cortoplacismo mencionado, también ha
venido motivado por:
- Una escasa planificación en la salida.
- No tener un producto o servicio diferenciado, con un mayor componente tecnológico, si cabe, y un mejor diseño.
- No destinar suficientes recursos.
- Y por último, no contar con personal cualificado.
Además, solemos tender a lo más fácil,
como son los países cercanos a nosotros (Italia, Portugal, Francia, etc.),
cuando los países emergentes (China, Brasil, India, México, etc.) son los que
más márgenes nos pueden aportar y los que nos permiten diversificar, de forma
más eficaz, nuestros ciclos de actividad.
Una de las mejores formas de empezar con la internacionalización
dentro de las pymes, es empezar
externalizando esta actividad, lo que supondrá un ahorro de más del 50%
para las compañías; ya que eliminarán costes laborales en formación,
ineficiencias y gastos estructurales.
Para concluir…. SI, al apoyo incondicional a las pymes tanto a
nivel de ayudas como de financiación pero tratando de conseguir una mejor
utilización de estos recursos con planes concretos y contando en dichos planes
con profesionales experimentados. Es de suma importancia para que nuestro país
salga de la mediocridad contar con pymes de mayor dimensión y para ello
hace falta inversión, planes concretos de
desarrollo e internacionalización y, además, que sean eficaces.
Un cordial saludo.