Vengo leyendo en prensa nacional y blog a los que estoy suscrito (pymes y autónomos, etc.), comentar lo que está en boga en estos momentos, la figura del “EMPRENDEDOR”. Este es un resumen de lo leído, aportando asimismo mi experiencia profesional.
Antes de nada, debo matizar algunas ideas y conceptos:
- Al emprendedor se le suele identificar con una persona joven, universitaria, del mundo de las nuevas tecnologías. Esto es una visión simplista de la realidad.
- Debemos decir que emprendedor, es toda aquella persona, joven, y no tan joven, con estudios o sin ellos, pero con muchas ganas de aprender, renovarse, e iniciar nuevas aventuras empresariales. No se trata de crear el producto del siglo, ni la empresa modelo. Emprender es acometer algo nuevo en tu negocio / profesión, de cara a mejorar sus resultados, por ejemplo: lanzar un nuevo producto, renovar el marketing de los mismos, acometer un nuevo mercado, etc.
“EMPRENDEDORES PODEMOS SER TODOS”
.
- En España la tasa de actividad emprendedora (el porcentaje de población activa embarcado en un proyecto empresarial con menos de tres años y medio de vida) es del 5,1%. Un año antes era del 7%, según el informe GEM, un estudio mundial realizado por instituciones académicas de 54 países.
El principal motivo para no emprender es el miedo al fracaso. Ya hable en un articulo anterior, titulado ASESINOS DE IDEAS, del problema que tenemos en este país de arrinconar a los que tienen nuevas ideas o los que quieren asumir nuevos retos.
Resulta lamentable, o cuanto menos paradójico, que estando en un país “desarrollado”, este tenga un escaso indice de iniciativa emprendedora.
En España no se da valor a la iniciativa. Somos una sociedad seguidista, de perfil bajo y más pendiente de los que nos dan que de lo que podemos aportar o conseguir. Somos un país de gregarios que en lugar de ensalzar al emprendedor que tira de nosotros le lanzamos piedras porque tenemos envidia o no tenemos lo necesario para haberlo intentado, como él.
Detrás de cada intento se asume un riesgo y hay un trabajo y un sacrificio que muy pocos quieren asumir. Aquí sólo nos quedamos con reírnos del fracaso o envidiar y desprestigiar el éxito y con ser los primeros en exigir derechos y los últimos en asumir responsabilidades .
No estaría de más que la sociedad apoyara y cuidara a los que se atreven, a los inconformistas, a los que no quieren ser gregario. Si no, no nos extrañemos de que muchos prefieran irse a otro sitio donde sí les reconozcan sus méritos.
¿De dónde va a venir la generación de empleo que puede reducir la tasa de paro de España? ¿Alguien cree que con el tiempo las grandes empresas como Telefónica, Bancos o Endesa volverán a contratar a tanta gente como para tener el número de trabajadores que tenían hace diez años? Pues no, la creación de empleo depende de que surjan nuevas empresas (casi todas autónomos, micropymes y pymes) y que éstas y las que ya existen crezcan internacionalizándose, cambiando y adaptando los productos a los nuevos mercados, etc. y todo lo anterior hará que crezca el empleo.
Actualmente, ante la situación que vivimos de atonía en el consumo, escasez de financiación, etc. Se nota que empresario se limita a meterse en su oficina y esperar a que pase el temporal y quien apuesta por mantener la producción buscando nuevos mercados, con cabeza, planificación, de la mano de profesionales capacitados, etc. La verdad que estos son una minoría.
¿ PORQUE , son una minoría?
Como hemos comentado anteriormente, es el miedo al FRACASO. Emprender lleva implicito fracasar en los primeros intentos.
Y aquí también debemos de detenernos un poquito, porque no siempre aprendemos del fracaso. El errar, como hemos comentado, forma parte de la aventura empresarial, como puede ser la salida al exterior. Sin embargo, no todo el mundo está dispuesto a reconocer los errores. No todos los empresarios quieren entonar el "mea culpa" ante un mal diseño del negocio, pésimo lanzamiento de producto, o NEFASTA SALIDA AL EXTERIOR.
El fracaso conlleva, por obligación, un análisis a fondo de los planteamientos, de los pasos dados hasta llegar al resultado final. Pero en mucho casos este análisis no se lleva a cabo, ¿ porqué ?. Por falta de humildad y por el que dirán las personas de mi entorno. Os acordáis de esa frase del artículo los ¡Asesinos de ideas! ….SI YA TE LO DIJE YO, esta frase la deberían de terminar con “TONTO”.
Aprender de los errores, de las caídas está muy relacionado con la actitud. Del fracaso se aprende, si se está dispuesto a aprender, se tienen las ideas claras de hacia donde voy y marginamos a los AGOREROS, ENVIDIOSOS, CON ESCASAS O NULAS IDEAS E INICIATIVAS.
Para muchos de los posibles emprendedores, las consecuencias sociales de una caída son mucho más dañinas que las económicas. El castigo de los demás puede resultar mucho más duro en una sociedad que se centra únicamente en el resultado final.
Ser un verdadero emprendedor no conlleva conseguirlo a la primera, sino con volver a intentarlo. En la mayoría de países avanzados, antes de llegar a un triunfo cada emprendedor tiene 3,75 fracasos de media. El auténtico emprendedor, tiene las ideas muy claras y repetirá una y otra vez, analizando los errores y aprendiendo de los mismos, porque cada fracaso duele al bolsillo, y eso cala, pero tras una caída se volverá a levantar y no parará hasta conseguir su objetivo.
La salida al exterior o internacionalización de una empresa es para aquellos emprendedores que:
- Asuman unos riesgos, controlados.
- Dispongan de una mínima tesorería y que puedan asumir un coste en los primeros intentos, sin arruinarse.
- Que solo o acompañados de un profesional cualificado, elaboren un plan de trabajo y gestión en el país de destino.
- Y sobre todo, que tengan PACIENCIA y CONSTANCIA.
Un saludo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario