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miércoles, 13 de mayo de 2015

DEMOCRACIA NO ES TENER DERECHO AL VOTO

DE: Francisco Valiente - Socio Director de Facco Consulting





Los que ya me conocéis y me seguís por medio de este blog, observáis como de vez en cuando escribo algún artículo sobre política o noticias de actualidad política. Pienso que antes que profesional, soy ciudadano y por consiguiente debo de preocuparme por temas:

- De como están gestionando este país nuestros representantes políticos.
-    O cómo están las personas que nos rodean, en cuanto a nivel de empleo, educación, sanidad, en definitiva, nivel de estabilidad económica y social.

Y como se viene leyendo y escuchando en los medios de comunicación, opiniones de profesionales y ciudadanos, hay crispación y miedo a lo que nos pueda deparar el futuro, no se ve muy claro. Nos hemos acostumbrado al pesimismo y a las malas noticias.

Quiero aportar mi granito de arena en aclarar algunas ideas y opiniones en cuanto a lo que supone vivir en un país desarrollado y democrático, y más cuando este año tenemos una serie de elecciones para elegir a los mismos o nuevos representantes políticos, partiendo que estos deben de estar más preparados, ser más responsables e implicados, con nuestra sociedad y país.

Debemos de entender que un país democrático, no se limita a tener elecciones periódicas para renovar los distintos estamentos de poder. Esto en si mismo sirve de poco, porque para que un país sea verdaderamente democrático, en mi opinión, debe contar no solo con Partidos Políticos que acepten las reglas de juego democrático, sino además con:

  Dirigentes al frente de los mismos y responsables en la gestión pública que hayan pasado los filtros de tener una adecuada preparación, experiencia, profesionalidad y honradez.
  Un poder judicial independiente.
  Un sistema tributario equitativo y que sirva para conseguir una adecuada financiación pública y redistribución de las rentas. 
  Un organismo (auditores de cuentas o interventores de cuentas) que supervise el gasto público y ayude a mejorar su empleo de una forma más eficaz.
  Un sistema financiero público, complementario del privado, que ayude a la mejora y desarrollo de la pequeña y mediana empresa, que es la base de la generación de empleo.
  Unas leyes laborales que ayuden y apoyen la generación de empleo, la formación y el desarrollo profesional de cada empleado.
  Con un apoyo y mejora constantes en la sanidad, educación en todos sus niveles, seguridad de los ciudadanos, etc. en definitiva, mejora constante de la calidad de vida de los ciudadanos del país.

Si un país no cuenta con esta infraestructura, nivel de transparencia, y responsabilidad de su clase política, no se considera una democracia. Y seguiremos viendo en política nuevos feudales (personas aferradas al poder), mafias organizadas, despilfarro público, etc. En definitiva, lo que hemos tenido actualmente en muchas instituciones y estamentos políticos de nuestro país.

Cuando la economía va bien, y por la indiferencia de muchos ciudadanos, estos países semi-demócratas tiraran, pero en épocas de crisis aparecerá la crispación de la mayoría de los ciudadanos y vendrán los salvadores de la patria. Pasando de una situación mala a otra peor.

Ante las próximas citas a las urnas, los partidos políticos actualmente en el poder, deberían de reflexionar y hacer autocrítica,  analizar qué es lo que han hecho y dejado de realizar para llegar al estado que nos encontramos.

Antes que empleados, profesionales, padres, etc. somos ciudadanos, por lo tanto, debemos de ser conscientes de que la política e implicación en la misma no debe de ser de unos pocos, pensando que mientras tengamos el control de nuestro entorno familiar, personal y profesional nos da igual lo que hagan o dejen de hacer nuestros representantes políticos, porque tarde o temprano NOS ARREPENTIREMOS de haber actuado así.


Un saludo.

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