Los que ya me
conocéis y me seguís por medio de este blog, observáis como de vez en cuando escribo algún artículo sobre política o noticias de actualidad política.
Pienso que antes que profesional, soy ciudadano y por consiguiente debo de
preocuparme por temas:
- De como están gestionando este país nuestros representantes políticos.
- O cómo
están las personas que nos rodean, en cuanto a nivel de empleo, educación, sanidad, en definitiva, nivel de estabilidad económica y social.
Y como se viene
leyendo y escuchando en los medios de comunicación, opiniones de profesionales y ciudadanos, hay
crispación y miedo a lo que nos pueda deparar el futuro, no se ve muy
claro. Nos hemos acostumbrado al pesimismo y a las malas noticias.
Quiero aportar mi
granito de arena en aclarar algunas ideas y opiniones en cuanto a lo que supone
vivir en un país desarrollado y democrático, y más cuando este año tenemos una serie de elecciones para elegir a los mismos o
nuevos representantes políticos, partiendo que estos deben de estar
más preparados, ser más responsables e implicados, con nuestra sociedad y
país.
Debemos
de entender que un país democrático, no se limita a tener elecciones periódicas para
renovar los distintos estamentos de poder. Esto en si mismo sirve de poco, porque
para que un país sea verdaderamente democrático, en mi
opinión, debe
contar no solo con Partidos Políticos que acepten las reglas de juego democrático, sino además con:
• Dirigentes al frente de los mismos y responsables en la gestión pública que hayan pasado
los filtros de tener una adecuada preparación,
experiencia, profesionalidad y honradez.
• Un poder judicial independiente.
• Un sistema tributario equitativo y que sirva para conseguir una
adecuada financiación pública y redistribución de las rentas.
• Un organismo (auditores de cuentas o interventores de cuentas) que
supervise el gasto público y ayude a mejorar su empleo de una
forma más eficaz.
• Un sistema financiero público,
complementario del privado, que ayude a la mejora y desarrollo de la pequeña y mediana empresa, que es la base de la generación de empleo.
• Unas leyes laborales que ayuden y apoyen la generación de empleo, la formación y el desarrollo profesional de cada
empleado.
• Con un apoyo y mejora constantes en la sanidad, educación en todos sus niveles, seguridad de los ciudadanos, etc. en
definitiva, mejora constante de la calidad de vida de los ciudadanos del país.
Si un país no cuenta con esta infraestructura, nivel de transparencia, y
responsabilidad de su clase política, no se
considera una democracia. Y seguiremos viendo en política nuevos
feudales (personas aferradas al poder), mafias organizadas, despilfarro público, etc. En definitiva, lo que hemos tenido actualmente en
muchas instituciones y estamentos políticos de
nuestro país.
Cuando la economía va bien, y por la indiferencia de muchos ciudadanos, estos países semi-demócratas tiraran, pero en épocas de crisis aparecerá la crispación de la mayoría de los
ciudadanos y vendrán los salvadores de la patria.
Pasando de una situación mala a otra peor.
Ante las próximas citas a las urnas, los partidos políticos actualmente en el poder, deberían de reflexionar y hacer autocrítica, analizar qué es lo que han hecho y dejado de realizar para llegar al estado que
nos encontramos.
Antes que empleados, profesionales, padres,
etc. somos ciudadanos, por lo tanto, debemos de ser conscientes de que la política e implicación en
la misma no debe de ser de unos pocos, pensando
que mientras tengamos el control de nuestro entorno familiar, personal y profesional
nos da igual lo que hagan o dejen de hacer nuestros representantes políticos, porque tarde o temprano NOS ARREPENTIREMOS
de haber actuado así.
Un saludo.
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