Como comentaba en el artículo anterior, un elemento muy importante a desarrollar, es la colaboración Universidad-Empresa, sobre todo para ayudar a las pymes a aumentar sus capacidades de investigación y mejora en su gestión.
Y por otro lado mejorar, la poca correlación entre lo aprendido en la universidad y lo que demanda el mundo empresarial, saliendo los alumnos mal preparados y únicamente con conocimientos teóricos poco aplicables. En definitiva la empresa debe acabar dando la formación práctica que se adapte cada vez más al mundo real en el que vivimos. Tomando contacto, por ejemplo, con software, herramientas y procesos habituales en el mundo empresarial.
Esta colaboración Universidad-pyme tiene un objetivo muy específico, que será potenciar la capacidad de transferencia de conocimiento. Creando pequeños espacios o centros de incubación de nuevas empresas o mejora de las actuales, adaptándose a las necesidades de las empresas de la zona. Como ejemplo, en Andalucía se deberían de crear zonas/áreas que potencien la colaboración en el sector TIC, energías renovables, etc. tratando de crear una infraestructura empresarial diversificada y con futuro.
Básicamente, la idea es fortalecer la capacidad de investigación de la Universidad, a través de programas orientados al tejido empresarial de la zona. Ayudando, con la transferencia de esta nueva tecnología, a las pymes adheridas al programa.
En España y en concreto en Andalucía el tejido empresarial está muy orientado al sector servicios, en concreto al turismo, y al sector agroalimentario, donde hay poca cultura de innovación. Además, como acabamos de comentar, estos programas deben ayudar a diversificar nuestro tejido empresarial a otros sectores como el desarrollo de software, sector audiovisual, etc., con la creación de startups que además pueden tener una cierta capacidad de creación de empleo.
Por consiguiente, el objetivo de estos programas de colaboración será la de financiar contratos de doctores, ingenieros, economistas, etc. para que los equipos de investigación de la Universidad hagan proyectos de transferencia tecnológica. Con contratos laborales de tres/cuatro años financiados al 100% y para proyectos donde haya un proceso real de transferencia tecnológica. Además, estos contratos laborales servirán para atraer talento. Será requisito indispensable contar con profesorado que ha entendido la investigación como una tarea complementaria y no sustitutiva a la docencia, poniendo todo su esfuerzo en formar grandes profesionales con los conocimientos más actualizados que se derivan de estar en la frontera de la investigación académica.
Otro tema de interés de esta colaboración Universidad-Empresa serán los programas de formación con compromiso de inserción laboral para las empresas. Apoyando la colaboración en prácticas en empresas y realizando conferencias en la universidad, por parte de profesionales y directivos de las empresas implicadas, para acercar la realidad empresarial a los alumnos.
Las líneas estratégicas de trabajo y apoyo a las empresas deben pasar por:
- Incrementar de forma notable la inversión pública y privada en I+D.
- Redimensionar el tejido empresarial, ayudando a que las empresas crezcan en tamaño y eficiencia.
- Y favorecer los procesos de internacionalización.
Cunsiguiendo estos objetivos lograremos cumplir con nuestro principal reto: la creación de empleo y riqueza en las zonas de implantación de estos programas.
Somos conscientes del reducido tamaño de las empresas españolas y sobre todo andaluzas, En estos casos, lo más factible es que empresas pequeñas se unan para acometer nuevos proyectos de investigación y modernización mejorando, al mismo tiempo, su salida al exterior. Necesitan apoyo a sus marcas e innovación en productos y en procesos para ser más competitivas. La cooperación entre administraciones, empresas y universidad potenciará el fomento del conocimiento, siendo este clave para desarrollar un mundo empresarial con éxito.
Hay que acometer una propuesta de plan de trabajo concreta:
1. Favoreciendo los contratos de grupos de investigación con empresas y administraciones como indica el artículo 83 de la Ley Orgánica de Universidades.
2. Potenciando los proyectos colaborativos, donde empresas y universidad trabajan con un mismo fin.
3. Gestionando la participación en proyectos internacionales.
4. Con un seguimiento detallado de los resultados de investigación.
5. Por último, aunque no menos importante, impulsando la cultura emprendedora en la universidad para que surjan en el seno de la misma empresas de base tecnológica (EBT) que exploten el conocimiento generado y colaboren en la creación de empleo.
El crecimiento/desarrollo de las empresas está en la INVERSIÓN, INVESTIGACIÓN y el TRABAJO continuo.
Un cordial saludo.
